Otro destino típico en San Valentín, Venecia es una de las ciudades más melancólicas en Europa. Además de visitar la Plaza San Marcos, tendréis la oportunidad de recorrer los canales en pareja a bordo de las emblemáticas góndolas, uno de esos planes románticos que nunca fallan.
No hay que dejar de lado que en febrero San Valentín puede coincidir con la época de carnavales en Venecia, algo que, si bien puede encarecer el precio de nuestra estancia, convierte la ciudad en algo único en el mundo. Y es que asistir a unos carnavales en Venecia es una de esas cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida.
Más allá de visitar monumentos o iglesias, recomendamos dejar los mapas a un lado y perderse por las infinitas callejuelas de Venecia, dejándose envolver por la ciudad. Quienes lo hagan descubrirán una experiencia única en la vida, además de encontrar multitud de lugares alternativos aptos para todos los gustos.