El 6 de mayo comenzaron las primeras protestas en Jerusalén Este, dando inicio a una escalada de violencia con días de preocupante conflicto entre Hamás e Israel y tristes episodios de enfrentamientos entre judíos y árabes en algunas ciudades mixtas de Israel, como Lod, Haifa, además de los graves disturbios que sacudieron Nablus, Belén, Hebrón en los territorios palestinos.
En Jerusalén estallaron protestas y disturbios de palestinos contra la esperada sentencia del Tribunal Supremo de Israel sobre el desalojo de algunos residentes palestinos en Sheikh Jarrah, un barrio de Jerusalén Este. El fallo del Tribunal Supremo israelí fue aplazado; Avichai Mandelblit, el fiscal general israelí, intentó reducir las tensiones. Pero el 10 de mayo, Hamás y la Yihad Islámica Palestina comenzaron a atacar militarmente a Israel, disparando cohetes y misiles contra ciudades israelíes desde la Franja de Gaza. Tras una serie de advertencias, Israel respondió con ataques aéreos contra objetivos militares y gubernamentales y varios edificios de apartamentos que, según Israel, albergaban oficinas y armas de Hamás, dentro de Gaza, en lo que se denominó operación “Guardianes de las Murallas”.